el 31 de mayo, NUEVAMENTE, se conmemora el Día Mundial Sin Tabaco.
Cada AÑO, la OMS aborda las pandemia tabáquica desde una óptica distinta. Y, en esta ocasión, se va a centrar en los nuevos productos de consumo llamados "vapers" (cigarros electrónicos o en cualquier otro formato), cuya similitud con el tabaco tradicional es más que considerable (independientemente de que contengan nicotina).
El organismo más importante a nivel mundial en materia de salud (la oms), hace un llamamiento a considerar no solo los riesgos potenciales (cada vez más nítidos) de estos productos; sino, sobre todo, a reflexionar como y en qué forma se está produciendo un calado extraordinario en nuestro tejido social y, muy particularmente, entre los sectores poblacionales más jóvenes (incluso entre niños).
A continuación, exponemos información básica que, como ciudadano/a, padre/madre, consumidor/a (o no, INCLUSO) de vapers y/o cigarros electrónicos -ya sean con nicotina o libres de nicotina-, deberÍaMOS conocer a fin de mantener posturas críticas antes los mismos:
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El término "vaper" surgió como estrategia de marketing para atraer al mercado de los, hasta entonces, llamados "cigarrillos electrónicos" o"e-cigs" a sectores de la población recelosos al uso de los mismos por su similitud con el cigarrillo convencional. Con el término "vaper", a su vez, se consiguió ofrecer una percepción de "inocuidad" o inexistencia de riesgos: ¿cómo iba a ser perjudicial inspirar y expirar "vapor"?
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El mecanismo del cualquier modelo de vaper (ya sean desechables, recargables, MODs, PODs, etc.) está compuesto de:
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UN CARTUCHO DE LÍQUIDO QUE CONTIENE LAS SUSTANCIAS QUÍMICAS QUE FINALMENTE QUEDAN CONVERTIDAS EN HUMO/GAS/AEROSOL/"VAPOR"
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una pila de litio (que nos ponemos a escasÍsimos cm de la boca).
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un atomizador (que convierte el líquido del cartucho en micropartÍculas).
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un serpentÍn metálico que, al ponerse incandescente por la acción de la batería, transforma las micropartículas en gas o aerosol. Suele estar rodeado de algodón impregnado por el líquido.
- Los componentes químicos del cartucho son glicerina vegetal, propenglicol y aromatizantes y saborizantes
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La glicerina vegetal (VG), junto al propenglicol (Pg) se usan para darle cuerpo al gas o aerosol, provocandole la densidad característica que conocemos. As u vez, el pg provoca el “golpe2 o “hit” del humo al pasar por nuestra garganta cada vez que se le da una calada.
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Resulta extraordinariamente complicado conocer las sustancias químicas que se encuentran Tras los saborizantes y aromatizantes (artífices del sabor a fruta-fresa, menta, sandía, melón, regaliz...-, dulces, etc. de los vapers). Normalmente, en el etiquetado sólo aparece: “glicerina vegetal, propelinglicol, saborizantes y aromatizantes”, acdompañado de la cantidad de nicotina o “libre de nicotina, sin nicotina”.
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Cofepris (comisión federal para la protección de riesgos sanitarios, mÉxico), junto a la secretaría de salud de dicho paÍs, presentaron un informe sobre las sustancias químicas encontradas en el análisis de los vapers y productos emergentes:
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riesgos para la salud: la glicerina vegetal puede provocar fibrosis quística y epoc. El propenglicol, como irritante, puede afectar al árbol bronquial. Entre las sustancias saborizantes y aromatizantes, se encuentran diversos compuestos potencialmente cancerígenos. En el “vapor” (humo, gas, aerosol), se ha detectado dietilglicol (utilizado como anticongelante en los coches), así como restos o trazas de niquel, cromo o zinc (residuos del serpentin metálico).
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En 2020, en eeuu se detectó un brote de “evali”, nombre con el que se denomina a la “enfermedad pulmonar asociada al vapeo electronico” (electronic-CIG OR vapING asSociatED lung injury, en ingles). 2807 casos con 57 fallecimientos.
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Los cigarrillos electrónicos se presentaron originalmente como alternativa para dejar de fumar, gracias a la Posibilidad de reducir, a voluntad, la concentración de nicotina (pudiéndose llegar a 0,0 de la misma), siendo muy bien aceptada por aqUEllos que, deseando abandonar la adicción nicotínica, optaban por seguir con el ritual de la acción de fumar: inspirar/expirar humo, tener entre los dedos o jugar con el cigarrillo, mantener el cigarro (o similar en la boca), llevar el paquete y/o cigarro a modo de “acompañante o instrumento” para momentos de soledad, espera, relax, descanso, etc., ofrecimiento, uso del mismo en situaciones asociadas a la acción de fumar (tras comidas, momentos de ocio, etc.
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sin embargo, todo este ritual (compartido completamente por el vaper) son compatibles con signos de comportamientos de dependencia gestual, lo que hace suponer que taMbién la acción de vapear, independientemente de que se acompañe de nicotina, pudiera desembocar en este tipo de “rituales” en ocasiones difícilmente controlables.
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Por último, aquellos vapers con contenidos nicotínicos, obviamente son precursoras de una potencial adicción a dicha sustancia química.
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Independientemente de ciertos fabricantes chinos (el primer vaper, aún llamado cigarrillo electrónico, se creo allí en 2003), La potentísima industria existente tras el fenómeno del vapeo, es la tabaquera. Y eso no es casual. Si por algo se ha caracterizado ésta, es por su interés en comercializar tradicionalmente productos (tabacos) a pesar de conocer su tremenda toxicidad; de poner en la diana a sectores juveniles para aumentar el grueso de su clientela; de utilizar en su promoción (publicidad clásica) a famosísimos actores, actrices, cantantes, como personajes influyentes en la población, e incluso evitar ofrecer informacion sobre los verdaderos y numerosos componentes (entre 3000 y 4000 sustancias químicas diferentes) del cigarrillo.
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Todo nos invita a estar muy atentos con el fenómeno del vapeo:
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se le cambió de denominación (de cigarro electronico” a vaper como estrategia de marketing y a fin de promover la sensación de inocuidad.
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El cambio de diseño, uso de colores atractivos en éstos, la diversificación en multitud de sabores/olores superatractivos... son, así mismo, estrategias para atraer usuarios el fenómeno vaper.
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No existe transparencia ni en cuanto a sustancias químicas que sustentan los sabores y aromas, ni sobre sus riesgos reales para nuestra salud.
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La industria que está tras las principales marcas de vapeo, son las mismas que durante décadas negaron la peligrosidad del tabaco, y utilizaron estrategias de captación juvenil y femenino.
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Si hace décadas los personajes influyentes eran actores, actrices y cantantes de la época, hoy la promoción se realiza a través de los actuales, los “influencers” y creadores de contenidos que pueblan las redes sociales.
Esperamos que esta información sea de interés para quienes deseen conocer los entresijos de los vapers. En cualquier caso, os recomendamos algunos enlaces INSTITUCIONALES para seguir profundizando sobre el tema: