TikTok se ha convertido en una de las aplicaciones más usadas entre los menores (si no la más - por delante, incluso de Youtube en EEUU y el Reino Unido-). Su éxito, no lo olvidemos, no es fruto de la casualidad.
Todo producto puesto en el mercado (y las Apps, obviamente lo son) persiguen rentabilidad comercial; y, para ello, están diseñadas milimétricamente para alcanzar su objetivo.
Partiendo de la base de estar creadas a partir de estudiadas preferencias por parte del sector poblacional al que se dirigen, todo está pensado para atraer y mantener como usuario al menor: inmediatez, tiempo estipulado para el audiovisual, música, filtros, etc. etc. De ahí su éxito.
Pero más allá de sus resultados (supercreativos, divertidos, e incluso de ayuda a sensibilizar, informar y difundir), hay tres aspectos que no debemos olvidar:
1.- Todo lo que está diseñado para atraer y mantener, puede facilitar comportamientos y actitudes obsesivas y/o compulsivas hacia el objeto. Facilitar conductas de tipo adictivo, vaya.
2.- Toda red social conlleva unos riesgos asociados (privacidad, contenidos inadecuados, posibilidad de uso con fines perversos...)
3.- Si sumamos éxito comercial + búsqueda de rentabilidad, nos podemos encontrar con un peligroso coctel: ¿ por qué no aprovechar la ingenuidad (o falta de actitud crítica en ocasiones) de los usuarios, para obtener réditos económicos simultáneamente?
Os invitamos a leer un interesante artículo, en la página web Hábitos cibersaludables. Que nos sea de provecho:
https://www.habitoscibersaludables.com/post/tiktok-protege-a-tus-hijos-de-la-app-mas-adictiva