Dentro de los denominados ENDS (sistemas electrónicos de suministro de nicotina) y ENNDS (sistemas eléctricos de suministro de no nicotina), tan de moda en la actualidad, se encuentran los cigarrillos electrónicos, los Pods y los Mods.
La posibilidad de crear una adicción está clara en el caso de que lleven nicotina. Sin embargo, muchos padres y madres se preguntan por la supuesta inocuidad de estos artilugios.
Obviamente, el tabaco (en general) es una sustancia tóxica, adictiva, que provoca ocho millones de muertes cada año (datos de la OMS), tanto por su consumo, como por la exposición al humo del mismo. Desde 1987, las campañas de este organismo e infinidad de países son continuas, trabajando desde la sensibilización a la implantación de normativas encaminadas a un mundo libre de humo. Por contra, las industrias del sector y afines buscan continuamente nuevos consumidores que mantengan la rentabilidad de las mismas. De ahí la generación de nuevos productos, supuestamente menos peligrosos, muy atractivos (tanto en sabores, diseño, etc) que consigan calar en el mercado, en la sociedad.
Es cierto que los sistemas de vapeo están siendo utilizados por muchas personas para minimizar los efectos del consumo de tabaco en su formato tradicional o incluso para dejar de fumar. Pero nos encontramos con el temor (más que razonable, según los estudios llevados a cabo sobre el tema) de que estos sistemas se conviertan, sobre todo en los más jóvenes, de precursores del inicio del consumo de tabaco en formato clásico.
Por ello, vale la pena disponer de información al respecto...