En su pimera acepción, la RAE define "jugar" como "hacer algo con alegría con el fin de entretenerse, divertirse o desarrollar determinadas capacidades".
Desde este punto de vista (dejemos a un lado otros significados del término), la acción de jugar supone actuar; requiere interés y determinación por emprender hacia algo positivo y enriquecedor.
Nuestra salud no es algo estático, dado, inamovible. Cuando nacemos, ya disponemos de unos condicionantes genéticos, hereditarios, que suponen un punto de partida. Pero a partir de ese momento, nuestra salud se irá modulando en función de diversos determinantes y factores que influirán sobre la misma en sentido positivo (promoviéndola) o no tanto (poniéndola en riesgo). Determinantes estructurales y coyunturales de distinto tipo (socioeconómicos, disponibilidad y accesibilidad a recursos tanto genéricos comno asistenciales, el medio ambiente...) y, sobre todo, nuestro estilo de vida; nuestros hábitos (Lalonde, Marc -«A New Perspective on the Health of Canadians: a Working Document», 1974-).
Por otra parte, nuestra propia vida es una especie de tablero de juego, en el que cada cual participa, con mayor o menor interés (e incluso fortuna) en pos de alcanzar objetivos, metas, retos, de diferente índole: en lo personal, en lo social, en lo laboral... Y, en todo ello, siempre, en el centro, se encuentra nuestra salud. Esa que, cuando escasea, echamos de menos, a pesar de olvidarla en cuanto vuelve a su "supuesta normalidad".
En ese tablero de nuestra propia vida, se manifiestan muchas opciones, que se podrían convertir, si fuesen aprovechadas, en factores de protección de nuestro propio bienestar, de nuestra propia salud: el fomento de estilos comunicativos y educativos adecuados dentro del sistema familiar; la participación juvenil en iniciativas de todo tipo; la implicacion social como factor de desarrollo en equidad; alternativas saludables de ocio y tiempo libre, el desarrollo personal a través de una adecuada escala de valores, la Educación entendida en su sentido amplio; y una actitud responsable, crítica y reflexiva ante los retos y acontecimientos, son, sin duda, puntos clave que facilitarán el recorrido por el tablero de nuestra vida.
Estos "anclajes" ayudarán a sortear, sin duda, las situaciones de riesgo (retos) a los que deberemos enfrentarnos en nuestro propio recorrido vital: la posibilidad de consumir sustancias adictivas -tabaco, alcohol, otras drogas-, otro tipo de situaciones que podrían convertirse en dependencias, violencias -genéricas, de género-, retos en la esfera afectivo-sexual, deucación y seguridad vial, etc. etc.
PD: La imagen corresponde al tablero utilizado en la actividad "El Juego de la Salud" con alumnado de ultimo ciclo de educación primaria. Se utilizan hasta 150 tarjetas con contenido informativo -al nivel correspondiente al momento evolutivo del alumnado- en relación al objetivo de la iniciativa:salud en su sentido multidimensional -haciendo referencia a sus aspectos biológicos, psicológicos, sociales-, factores de protección, de riesgo, empoderamiento y responsabilización personal, así como específicas sobre tabaco, alcohol y concepto genérico de adicción.